Doctora en fisiología vegetal Cecilia Peppi, investigadora del Instituto de Investigación Agropecuaria
“LA INCIDENCIA DE UN PI SOBRE EL COLOR DEPENDE DEL CONTEXTO EDAFOCLIMÁTICO Y DE MANEJO”
“Entre las limitantes más comunes de producción, de aquellas que se pueden enfrentar con el uso de portainjertos, en nuestras condiciones, está la presencia de nemátodos, el vigor y niveles crecientes de salinidad. Elegir un PI adecuado permitirá optar por rendimiento y calidad óptimos, pero solo si el manejo agronómico se adapta adecuadamente a cada situación productiva”, explica la investigadora.
-¿Se puede atribuir a determinado tipo de PI un efecto específico, que se repite bajo todas las condiciones, sobre el color de la fruta?
-En estricto rigor, el color proviene de procesos metabólicos que ocurren en la película misma de las bayas, por lo que un PI, un programa nutricional o un manejo de canopia, no tienen un efecto definido de antemano. Sin embargo, en muchos casos sí se pueden observar diferencias en el desarrollo del color que se asocian a un determinado PI. Hasta ahora los manejos agronómicos -en general- no se han ajustado a cada PI, y eso -en parte- explica las diferencias que se pueden observar. Por ejemplo, bajo un mismo programa de fertilización un PI con mayor capacidad de absorción de nitrógeno va a -probablemente- mostrar colores más suaves o incluso déficit de color, indirectamente asociado a un exceso de nitrógeno.
– Si la coloración de la fruta es un proceso interno de la baya, ¿por qué vías podría incidir el PI en el proceso?
-Tanto los precursores como las enzimas propias de la síntesis de antocianinas se producen en la baya, específicamente en las primeras 6-8 capas de la epidermis, pero, como en todo ser vivo, la compartimentalización es relativa y aunque la síntesis sea localizada, el estado general de la planta va a tener un efecto sobre cualquier proceso, aunque sea indirectamente. Cada PI se caracteriza por desarrollar distintos sistemas radiculares, de mayor o menor volumen de exploración, incluso con un mismo bulbo de mojamiento y con una estacionalidad diversa. La absorción de nutrientes presenta diferencias importantes, el vigor que se impone a la planta injertada tiene directa relación con el PI utilizado y esto -a su vez- afecta el desarrollo foliar y manejo de la luminosidad, entre otras variables. Al igual que en otros aspectos productivos, el color de la fruta es resultado de muchos factores integrados.
-¿No sería posible, entonces, relacionar a un PI con un resultado determinado?
-Dado que los PIs son un aspecto más en la producción, las características de cada uno y su incidencia sobre el color depende del contexto edafoclimático y de manejo. Se podría, por ejemplo, asociar portainjertos muy vigorosos, como Ramsey, con problemas de color, sin embargo, en condiciones de alta salinidad o en suelos pobres o con manejos que restrinjan el crecimiento, el color resultante puede ser el mejor posible. En el otro extremo, portainjertos de comparativamente menor vigor, como 101-14, que en Chile no se consideraban para uva de mesa, bajo las condiciones de suelo y manejo de lugares específicos de la zona Centro-Sur, encontramos ejemplos de excelentes producciones. Entre los históricos, Freedom suele presentar altos niveles de nitrógeno, pero puede tener problemas con el Zn, en tanto que Harmony es mejor tomador de Zn, pero es bajo en nitrato, también está el caso de Paulsen 1103, el que muchas veces presenta deficiencias de potasio. Entre las nuevas líneas de portainjertos, la serie GRN es de un vigor más razonable que otros portainjertos de buena tolerancia a nemátodos, pero aún necesitamos más información nutricional. Aplicar una receta única es prácticamente imposible. Hay que conocer el lugar, saber qué esperar del portainjerto y en base a eso ajustar los manejos.
0 comentarios